A la distancia al menos, ahora recuerdo todo con mucho cariño y añoranza, no creo tener la habilidad poética para expresar lo que fué esa masa de sensaciones, ese laberinto.
Encantado con la oportunidad de presenciar no una obra, sino una parte de ustedes. ineludiblemente termina siendo así en la medida de que la creación rompe como una necesidad, ya sea intelectual, política, biológica o espiritual.
Fuera de los ámbitos de práctica estricta el compartir fué energéticamente hermoso, conocer otras cabezas. Compartir en esto del tiempo libre, que tanta importancia le reconocimos.
Ahora recuerdo. En una de esas Tamara me dice: No, no me acompañes. Voy sola a comprar, vos quedate a compartir y estar con los chicos.-
Tenía razon. Compartir hablar, y solo estar por ahí ya era un montón. Gracias Tama.
Gracias a este estar junto a, visité bosques, respiré parlantes, vi pasiones vitales y necesidades artísticas, humanas. Me llevo todo, todo eso un poco más abajo del ardor que me produjo el mezcal.
También en los piés y los pelos de los antebrasos.
Aunque me da verguenza reconocerlo, para mi Nido fué conocer lo performático de cerca, lamentablemente en la escuela nacional de danza no tenemos una materia que sea performance, y eso es una cagada.
Sí hablamos sobre historia y ahi vemos un poco pero no trabajamos a fondo.
Supongo que es porque la carrera es joven y se implementará en años venideros.
Por esto, fueron algunas de mis primeras experiencias vivenciando obras-situaciones performáticas, osea, he visto cosas, pero no me han interesado. Me parecieron chotas, chatas.
A ustedes los amé porque me movieron de distintas formas.
Ojalá nos encontremos nuevamente.
Como todo queda en algún lado y así por gotas o baldazos las experiencias van construyendo cuerpo, ahora reconozco que mi estar escénico pasa, se cruza y se retuerce entre lo performático y lo dancístico, lo discursivo oral con lo material de la carne y otros objetos. Por eso este año estoy participando de dos instancias performativas: un taller de dramaturgia y performatividad, y también participando de una hermosa obra sobre la vejéz que trabaja en un marco performativo, es con Sergio Luján, por si lo conocen, sobre todo Tama.
Esos son los lugares por donde la experiencia de campo abierto sigue filtrandose más y más, pasando por cada recoveco, decantando, alimentando.
Por otro lado estoy planificando una experiencia en el formato de retiro dirigida a mis pares con algunas de las características de lo que fué la propuesta que viví, ya que me quedé con ganas de más. Siento que este tipo de intercambios hacen bien y son necesarios.
Son necesarios.
Digo que nos invitemos a la fiesta una vez más. Luego vemos qué más queremos hacer y qué tenemos para compartir. Pero Fiesta.
Les adjunto un texto que escribí a modo de devolución para mis compañeros y docentes en donde estudio, hay apreciaciones subjetivas sobre algunas de las experiencias que compartimos, tal vez a las personas que las llevaron a cabo les interese leerlas, en estos meses que transcurrieron siento que escribiría esto de otra manera pero ya fué, creo que es parte de un proceso personal.
A Tamara también podría interesarle a modo de conocer cómo fué mi transito como invitado.
No escribí sobre todos los acontecimientos, incluso algunos que me gustaron muchísimo no fueron incluidos.
Podría hacer otro texto para venerar nuevamente la energía, y tal vez más tarde lo haga, ahora tengo sueño.