En la ciudad de Rivera se dicta la carrera de Tecnólogo en Madera (UDELAR). Esto nos alentó a utilizar la madera como materia prima, ya que está muy identificada con la zona geográfica dónde se encuentra Campo Abierto, y a invitar a los estudiantes a participar de la investigación y realización de la pieza final.

Dicha carrera tiene como objetivo la formación de personas interesadas en desempeñarse en tareas de mandos medios vinculadas a la industria de la madera, con énfasis en los procesos industriales de elaboración y semi-elaboración. Contiene dentro del plan académico materias que preparan al estudiante para saber desde la composición molecular de la madera hasta desempeñarse en diferentes procesos de elaboración física de la madera y algunos aspectos de transformación física y química de la misma, con el objetivo de utilizar la materia prima de forma racional, atender el desarrollo sustentable de la región y aumentar la productividad y la calidad del producto final.

Más información sobre la carrera

Extendimos la invitación al grupo de 2do año de la carrera, proponiendoles investigar ciertas nociones específicas del diseño como disciplina, complementaria y en diálogo con el perfil técnico de la carrera que cursan. Es así que propusimos trabajar en la construcción de una pieza volumétrica de gran escala hecha a base de madera.

Planteamos así investigar sobre construcciones efímeras y modulares, que necesitan de la mano de obra colectiva para poder llevarse a cabo, empleando métodos de construcción matricial, y elaborando un sistema donde las piezas se encastren componiendo un todo final. Bajo el título de Construcción Improbable, alentamos a imaginar estructuras aparentemente imposibles, pero que se vuelven viables a través del trabajo colectivo.

Junto a los estudiantes Sebastián Moreira, Martin Coitiño, Anthony Meneses; y a Ludmila Profumo, coordinadora de la carrera, realizamos una investigación breve durante la semana de estadía en Campo Abierto, y definiendo en el proceso ciertas nociones de diseño / composición / estructura.

Es así que fuimos elaborando en conjunto una metodología en base a pruebas sobre diferentes tipos de módulos, encastres y maderas, enfrentando problemas constructivos y arribando a decisiones concretas sobre el volumen final.

Construcción Improbable fue así una experiencia de diálogo entre disciplinas y conocimientos específicos, por lo que destacamos la posibilidad de encontrarnos, pensar y desarrollar en conjunto sobre un objetivo posible, concreto y común.

Durante esa semana, pudimos retroalimentar los intereses de cada uno, favoreciendo los procesos interdisciplinares como auspiciantes de la creación, el cruce del conocimiento artístico y científico, técnico y creativo, y sus infinitos usos en común.

Compartir Tercer Paisaje junto a los otros tres proyectos y creadores residentes en Campo Abierto (Gabriel Yepez, Alina Ruiz Folini e Inés Bortagaray), alimentó la reflexión y la discusión en los momentos de encuentro, compartiendo las experiencias y desafíos desde perspectivas bien diferentes y específicas. Los relatos diarios nos acercaban a las realidades de los otros grupos de personas con las que se trabajo, enriqueciendo la reflexión sobre el trabajo colectivo, la creación, y los diálogos posibles entre el hecho artístico y la comunidad.

Contamos con el apoyo del Aserradero López, próximo a Campo Abierto, el cual nos proporcionó la madera de descarte con la que trabajamos